El dólar neozelandés se mantuvo estable en aproximadamente $0.597 el viernes, deteniendo una tendencia alcista de siete días. Esta estancamiento surgió de las expectativas de un mayor alivio por parte del Banco de Reserva de Nueva Zelanda, lo que moderó el impulso de la moneda. Esto ocurrió incluso a la luz de datos de inflación al consumidor más fuertes de lo esperado para el primer trimestre, aunque las medidas de inflación subyacente mostraron una disminución. Con las presiones inflacionarias bajo control y dentro del rango objetivo del RBNZ, los inversores continúan pronosticando un recorte de tasas de interés en mayo, con expectativas de que la tasa de efectivo se reduzca a 2.75% para finales de año. Paralelamente, la atención de los inversores sigue fija en los desarrollos de la política comercial de EE.UU., debido a las significativas conexiones de exportación de Nueva Zelanda, particularmente con China, su principal socio comercial. El presidente Trump expresó el jueves su confianza en que un acuerdo comercial con China podría lograrse dentro de las próximas tres a cuatro semanas. El dólar neozelandés está listo para asegurar su segunda ganancia semanal consecutiva.