El rendimiento de los bonos del gobierno de Canadá a 10 años ha superado el 3.36%, impulsado por un aumento en las emisiones, presiones inflacionarias continuas y expectativas de una postura estricta por parte del Banco de Canadá (BoC). El plan de endeudamiento sin precedentes de 628 mil millones de dólares canadienses de Ottawa para el año fiscal 2025-26, influenciado por un presupuesto retrasado y un compromiso de aumentar el gasto en defensa al 5% del PIB, ha resultado en una emisión incrementada de bonos, ejerciendo presión a la baja sobre los precios de los bonos. A pesar de que la tasa de inflación general es un moderado 1.7%, los indicadores de inflación subyacente (CPI-trim y CPI-median) permanecen por encima del rango objetivo del BoC de 1-3%, lo cual disminuye las esperanzas de recortes rápidos en las tasas de interés y mantiene elevados los rendimientos a largo plazo. Además, un reciente descenso en los precios del petróleo, atribuido al optimismo en torno a un posible alto el fuego en Oriente Medio, ha reducido los ingresos por exportaciones, introduciendo una prima de riesgo fiscal. No obstante, contracciones consecutivas del PIB del 0.1% tanto en abril como en mayo evidencian un estancamiento económico, lo que sugiere que una futura flexibilización de la política monetaria podría potencialmente frenar nuevos aumentos en los rendimientos.