El dólar estadounidense se debilitó ligeramente a 98.4 el viernes, aunque sigue encaminado a obtener una segunda semana consecutiva de ganancias, impulsado por el optimismo de los inversores respecto a la fortaleza de la economía estadounidense. Los datos del jueves indicaron un repunte en las ventas minoristas en junio más fuerte de lo anticipado, junto con una sorprendente caída en las solicitudes iniciales de seguro de desempleo semanal, que llegaron al nivel más bajo en tres meses. Estas cifras sugieren un panorama económico robusto a pesar de los desafíos impuestos por los aranceles del presidente Donald Trump y brindan a la Reserva Federal margen para posponer recortes de tasas. La gobernadora de la Reserva Federal, Adriana Kugler, reforzó esta postura el jueves, sugiriendo que mantener las tasas estables por un período prolongado sería apropiado. Por el contrario, la presidenta de la Fed de San Francisco, Mary Daly, sostuvo su pronóstico de dos recortes de tasas dentro del año. El presidente Trump tranquilizó aún más a los inversores al confirmar que no tiene intención de despedir al presidente de la Fed, Jerome Powell, aunque reiteró su crítica hacia Powell por no reducir las tasas antes. El dólar ha subido un 0.6% esta semana, posicionándose para una segunda ganancia semanal consecutiva, algo que no se observaba desde mayo.