El martes, el BSE Sensex de India concluyó una sesión bursátil turbulenta con una ligera caída, cerrando en 82,101.1, marcando su punto más bajo desde mediados de septiembre y significando una tercera caída consecutiva. La caída fue impulsada en gran medida por retrocesos en acciones de bienes de consumo y tecnología de la información, aunque sectores como automóviles, banca y metales ofrecieron algo de equilibrio. El sentimiento de los inversores se vio afectado negativamente por la salida de fondos extranjeros y las preocupaciones sobre el aumento de las tarifas de visas H-1B de EE. UU., junto con las incertidumbres en curso respecto a las negociaciones comerciales entre India y Estados Unidos. Los datos preliminares indicaron una desaceleración en el crecimiento del sector privado indio para septiembre, disminuyendo desde los niveles récord de agosto, con tanto la producción manufacturera como las actividades de servicios mostrando signos de moderación. Entre los principales actores bursátiles se encontraron Tech Mahindra (-2.1%), Trent (-2%), UltraTech Cement (-1.9%), Hindustan Unilever (-1.8%), Asian Paints (-1.4%), Eternal (-0.9%) e ITC (-0.8%), que fueron los mayores declinantes. Por el contrario, Axis Bank destacó entre las ganancias, subiendo un 2.2% después de que HSBC reafirmara una recomendación de "compra" y aumentara su objetivo de precio a 1,340 rupias desde 1,270 rupias, impulsado por una perspectiva positiva de ganancias.