A pesar de una sesión de trading volátil el miércoles, el BSE Sensex de India cerró casi sin cambios en 85,107, ya que los inversores actuaron con cautela antes del anuncio de política del Banco de la Reserva de India programado para el viernes. El mercado también se vio afectado por el debilitamiento de la rupia, impulsado por la continua salida de capital extranjero y las persistentes incertidumbres comerciales. Los datos económicos revelaron que el Índice de Gerentes de Compras (PMI) final mostró una ligera revisión a la baja en el crecimiento del sector privado de India para noviembre, aunque todavía sugería una fuerte expansión. Entre los principales perdedores se encontraron Bharat Electronics, Mahindra & Mahindra, State Bank of India, Titan y NTPC, con pérdidas de 2%, 1.8%, 1.8%, 1.8% y 1.6%, respectivamente. Mientras tanto, el impulso al alza fue proporcionado por ICICI Bank y TCS, ambos con un incremento de 1.4%, junto con HDFC Bank subiendo un 1.1%, e Infosys y Axis Bank, cada uno avanzando un 1%.