Las ballenas del Bitcoin, o los grandes inversores con amplios fondos propios, parecen estar comprando de nuevo, ya que el temor a que la inflación se descontrole refuerza los argumentos para invertir en activos de ahorro.
En un informe de mercado de la empresa de análisis Chainalysis, publicado el martes, se dice que los grandes inversores que poseen al menos 1.000 BTC compraron 142.000 monedas la semana pasada, lo que eleva el total conjunto a casi 200.000 BTC, la mayor cantidad en 2021.
El resurgimiento de las compras en medio de las crecientes expectativas inflacionistas en todo el mundo sugiere que la inversión en bitcoins es una opción importante.
Según el Banco de la Reserva Federal de San Luis, la tasa de equilibrio a 10 años en EE.UU., que muestra cómo el mercado anticipa las presiones de los precios a largo plazo, subió recientemente a un máximo de diez años al 2,64%. El bitcoin subió casi un 40% en octubre, alcanzando un récord de 66.975 dólares.
Los analistas de JPMorgan atribuyeron el repunte a la opinión de que el bitcoin, por otra parte, es una cobertura contra la inflación. Esta opinión se debe a la reducida remuneración por minar bitcoins. Este código programado reduce el ritmo de expansión de la oferta en un 50% cada cuatro años, lo que hace que la política monetaria de las criptomonedas entre en conflicto con décadas de impresión de dinero por parte de la Reserva Federal.
Sin embargo, según Chainalysis, una empresa de análisis de blockchain, el bitcoin necesita ampliar su presencia en subsectores de criptomonedas como Web3 y finanzas descentralizadas para seguir siendo relevante a largo plazo en comparación con el éter. Y además, si el bitcoin pudiera utilizarse como capital en la Web 3.0, tendría futuro como activo útil en la parte más innovadora de las criptomonedas.
