Los precios actuales del oro se mantendrán hasta finales de año, ya que los temores de recesión y estanflación prevalecen sobre la confianza en los mercados financieros.
La estratega jefe de inversiones de Invesco, Christina Hooper, dijo que el metal amarillo podría mantenerse firme a pesar del aumento de la tasa de 75 puntos básicos por parte de la Fed, que fue el mayor aumento en casi 30 años. Hopper señaló que esto muestra cuán preocupado está el banco central por la inflación.
La Fed también insinuó otro aumento de 75 pb en julio y que la tasa podría subir al 3,50 % a fines de este año y alcanzar el 4 % en 2023. Esta postura agresiva impulsó los rendimientos reales, que deberían haber sido negativos para el oro. Sin embargo, los crecientes temores de los inversionistas estimularon la demanda del metal.
Aunque Hooper sigue prediciendo precios del oro más altos y mercados de valores más débiles durante el resto del año, dijo que los temores en el mercado pueden ser un poco exagerados.
Hooper señaló que a pesar de que la amenaza de la inflación continúa aumentando, el mercado laboral se mantiene saludable. Si los trabajadores pueden mantener sus trabajos, la economía estadounidense puede evitar la recesión.
En cualquier caso, los riesgos de recesión son actualmente elevados, por lo que la Fed no tuvo más remedio que actuar de manera agresiva. La inflación ya alcanzó un nuevo máximo de 40 años el mes pasado, pero puede seguir siendo alta en el futuro previsible.
Durante el año pasado, las expectativas de inflación a largo plazo se mantuvieron bastante estables, por lo que el aumento reciente fue un choque significativo para algunos economistas. En estas condiciones, la Reserva Federal continuará intensificando su política monetaria elevando agresivamente las tasas de interés.
En cuanto a qué tan altas serán las tasas de interés, Hooper cree que la estimación actualizada del banco central de 3,4% probablemente sea el nivel más alto. Esto se debe a que las expectativas de inflación son relativamente bajas en comparación con otros períodos, como en la década de 1980, cuando el presidente de la Fed, Paul Volker, elevó las tasas de interés tanto que eliminó la inflación, pero empujó a la economía a la recesión. Explicó que en la década de 1980 las expectativas de inflación de largo plazo rondaban el 9,7%.