La penúltima semana de agosto promete ser "caliente": se realizará un importante simposio económico en Estados Unidos y también se publicará el índice PCE, un indicador de inflación que es monitoreado con especial cuidado por la Reserva Federal. Los índices PMI e IFO se publicarán en Europa. Además, los operadores todavía están enfocados en el "problema del gas", dado que Gazprom planea cerrar la única turbina Nord Stream 1 a fines de agosto. Una agenda tan ocupada seguramente provocará una mayor volatilidad en el mercado de divisas, incluso para el par EUR/USD.
Comencemos con los eventos de Estados Unidos. El 25 de agosto comenzará en la pequeña localidad de Jackson Hole un simposio económico que actúa como una especie de barómetro del estado de ánimo de los bancos centrales de los principales países del mundo. Al foro asisten los jefes de los bancos centrales (generalmente a nivel de presidentes o sus adjuntos) de los principales países del mundo, ministros de finanzas, economistas y analistas destacados, jefes de los conglomerados más grandes del mundo y gigantes bancarios. Discuten temas apremiantes, problemas, cristalizan ciertas señales y definen hojas de ruta para pasos posteriores. Como regla general, los representantes del mundo financiero discuten los temas más urgentes que son relevantes en este momento.
Por ejemplo, en 2015, el tema número uno fue el colapso de la Bolsa de Valores de Shanghái, en 2016 se habló de las posibles consecuencias del Brexit y en 2017, la expansión de los diferenciales de los bonos y nuevas medidas de la Fed y el Banco Central Europeo. En 2018, el tema central de la reunión fue la guerra comercial entre EE. UU. y China (o mejor dicho, sus consecuencias), en 2019 volvieron a tratar el conflicto comercial mundial, así como el inminente Brexit. Naturalmente, el tema principal de 2020-2021 fue el coronavirus y sus consecuencias. Y es bastante obvio que esta semana los participantes de la reunión se centrarán en la lucha contra la alta inflación, porque este problema, se podría decir que es relevante para todos.
Durante el simposio de tres días, que comienza el próximo jueves, hablarán los jefes y representantes de muchos bancos centrales, quienes podrán hablar sobre sus futuras acciones en el contexto de las perspectivas de la política monetaria. En particular, se espera que el presidente de la Fed, Jerome Powell, hable el viernes. Puede comentar sobre las últimas publicaciones inflacionarias (IPC, Índice de precios al productor, Índice de precios de importación), que salieron en agosto en la zona roja. Si, contrariamente a las primeras señales de desaceleración del crecimiento del IPC, Powell vuelve a preocuparse por el alto nivel de inflación en Estados Unidos (y no anuncia las "primeras victorias" de la Fed en este sentido), la moneda estadounidense recibirá otro impulso para su crecimiento en todo el mercado, incluso a la par con el euro. Sin embargo, las últimas publicaciones de las estadísticas estadounidenses aún mantienen la intriga respecto al tono de la retórica del jefe de la Fed.
Por cierto, el viernes se publicará el principal índice de gastos de consumo personal (PCE). Este es el indicador inflacionario más importante monitoreado por los miembros de la Fed y que puede provocar una mayor volatilidad entre los pares de dólares, tanto a favor como en contra del dólar. Según los pronósticos preliminares, el informe del viernes reflejará una desaceleración en el índice. Entonces, sobre una base anualizada, el indicador debería llegar a 4,6%. Les recuerdo que después de tres meses de descenso, el índice de precios subyacente del gasto de consumo personal en julio volvió a "levantar la cabeza", situándose en torno al 4,8%. Si el PCE vuelve a invertir 180 grados, el dólar podría verse sometido a una presión significativa a medida que el IPC y el índice de precios al productor se desaceleren. El crecimiento o desaceleración de este índice jugará un papel importante, especialmente en medio de las dudas de Powell sobre el ritmo adicional de endurecimiento de la política monetaria de la Fed.
Al mismo tiempo, se debe enfatizar que, independientemente de la salud del dólar, las posiciones largas en el par EUR/USD parecerán riesgosas: es recomendable utilizar las oleadas alcistas en el par como una razón para abrir posiciones cortas. Dado el empeoramiento de la crisis energética, la moneda europea seguirá estando bajo presión de fondo. Permítanme recordarles que el viernes, Gazprom anunció que la única turbina Nord Stream se cerraría el 31 de agosto para realizar trabajos de reparación. En el contexto de esta declaración, los precios de las acciones del combustible azul en Europa han superado la marca de $ 2.700 por mil metros cúbicos (por primera vez desde marzo de este año). Si la dinámica alcista continúa, el euro estará bajo presión adicional. Por cierto, la propia Gazprom anunció recientemente que, según "las estimaciones más conservadoras", en invierno el coste del combustible azul superará los 4.000 dólares por 1.000 metros cúbicos, "si se mantienen las tendencias relevantes".
Los informes macroeconómicos, que se publicarán esta semana, también pueden ejercer presión sobre la moneda única. Por ejemplo, el indicador de entorno empresarial IFO debería mostrar una dinámica negativa, actualizando una vez más el mínimo anual. Es probable que el indicador de expectativas económicas muestre un resultado similar. Los índices PMI, que se publicarán el martes, solo se sumarán al panorama fundamental negativo (para el euro); por ejemplo, los indicadores alemanes deberían ir por debajo de la marca clave de 50 puntos.
Por lo tanto, no hay duda de que la próxima semana será volátil. Teniendo en cuenta el trasfondo fundamental actual, cualquier retroceso correctivo para el par EUR/USD debe usarse para abrir posiciones cortas. La semana pasada, los bajistas lograron salir del rango de precios de 1,0130-1,0280, dentro del cual operaron durante casi cuatro semanas. Lo más probable es que los bajistas intenten aprovechar su éxito esta semana. Pero al mismo tiempo, los operadores están muy cerca del nivel de paridad. Este es un fuerte nivel de soporte: hasta ahora, los bajistas del EUR/USD no pueden superarlo (con la consolidación posterior). Por lo tanto, es más seguro entrar en corto en las olas de retrocesos correctivos. Los principales objetivos a la baja son 1,0050 y 1,0010.
