Según Bloomberg, Tesla (TSLA) ha reducido su producción de vehículos eléctricos en la fábrica de Giga Shanghai, en China. Las reducciones pueden atribuirse al lento crecimiento de las ventas de vehículos de energía verde, a la intensa competencia y a una feroz guerra de precios.
La empresa ha modificado el horario de trabajo de sus empleados, pasándolo de seis días y medio a cinco días por semana para ralentizar la producción de su SUV Model Y y su sedán Model 3.
Anteriormente, la fábrica de Shanghái, reconocida como la mayor fábrica de automóviles totalmente eléctricos del mundo, contribuía a aproximadamente la mitad de las ventas mundiales de Tesla. La producción anual de la planta superó los 950.000 vehículos eléctricos, según el informe del cuarto trimestre de 2023 de la empresa.
En febrero, la cantidad de producción de Tesla en China cayó un 19%, hasta 60.365 unidades. Durante los dos primeros meses de 2024, la empresa suministró 131.812 vehículos, lo que refleja un descenso del 6% en comparación con el año anterior. Curiosamente, sólo el 53% de estos vehículos se vendieron en el mercado nacional, a pesar de introducir reducciones de precio.
Tesla también redujo la fabricación de piezas de vehículos eléctricos, incluidas las líneas de producción de baterías, e incluso notificó a varios proveedores que se prepararan para restricciones de producción prolongadas hasta abril. El mes de abril suele ser más lento en el mercado chino debido a la celebración del Día de la Tumba.
La empresa también está experimentando una feroz competencia de fabricantes de automóviles nacionales, como BYD, que ofrecen vehículos más baratos y tecnológicamente más avanzados a los clientes.
Además, Tesla se enfrenta a problemas de demanda similares en EE.UU. y Europa.