Los futuros del crudo WTI se mantuvieron estables en aproximadamente $67.6 por barril el viernes, manteniendo una ganancia del 1.7% desde el día anterior. Esta estabilidad fue respaldada por expectativas de un suministro más ajustado, junto con un panorama de demanda más favorable. La producción en la región del Kurdistán en Irak se redujo hasta en 150,000 barriles por día debido a ataques con drones, mientras que la continua inestabilidad regional y las acciones militares israelíes en Siria contribuyeron a la inquietud del mercado. En un contexto económico más amplio, los sólidos indicadores económicos de EE. UU. aliviaron las preocupaciones sobre el crecimiento a pesar de las persistentes tensiones comerciales. Además, China reportó cifras de PIB mejores de lo esperado, lo que mejoró las proyecciones de demanda de los principales consumidores. Apoyando esta perspectiva, los inventarios de crudo en los EE. UU. vieron una disminución significativa la semana pasada, alineándose con los hallazgos de la Agencia Internacional de Energía (IEA) de que el aumento de la producción no ha resultado en un mayor almacenamiento, lo que indica una fuerte demanda. No obstante, el petróleo está en camino de registrar una caída semanal de más del 1%, marcando la primera en tres semanas, después de que el presidente Trump estableciera un plazo de 50 días para que Rusia acordara un alto el fuego, reduciendo las preocupaciones de que nuevas sanciones puedan obstaculizar el suministro global de crudo.